Por si sabes algo de psicología te diremos que nuestro enfoque ecléctico se basa principalmente (y en este orden) en los siguientes modelos:
EMDR: Reprocesamiento y desensibilización a través de los movimientos oculares (u otra estimulación bilateral: auditiva o táctil). Es una terapia de tercera generación basada en la neurobiología. Se analizan los hechos dolorosos que están en la base de los síntomas actuales y se trabaja con una metodología muy específica reprocesando estos hechos y cambiando consecuentemente pensamientos, emociones y sensaciones disfuncionales y negativas. Es una terapia basada en la evidencia.
Vídeo sencillo explicativo sobre EMDR
Cognitivo-conductual: Se analiza la historia de aprendizaje y mantenimiento de las conductas problema del paciente, viendo en qué circunstancias se producen y qué consecuencias tienen a corto y largo plazo esas conductas. Se aplican técnicas concretas basadas en la evidencia científica para modificar conductas.
Sistémico-relacional: Vivimos en un sistema y cada cambio en un elemento del sistema influye en el resto de los elementos del sistema. En muchas ocasiones los síntomas son la expresión o el intento de solución de un sistema que no funciona del todo adecuadamente. El sistema más importante es el familiar, aunque todos pertenecemos a varios subsistemas (amistades, laboral, sociedad, etc.) y somos un elemento de ellos. Además tenemos también un subsistema interno (pensamiento, emoción, sensación corporal y conducta motora). Muchas veces hay que tener muy en cuenta en la terapia los otros elementos del sistema, fundamentalmente en la terapia con niños y niñas.
Humanista: Cobra especial importancia “el darse cuenta”, el escuchar empáticamente al paciente para que vaya él mismo descubriendo lo que le está sucediendo y lo que debería hacer para modificar sus conductas.